martes, 30 de septiembre de 2008

¿Quién soy y para qué estoy?

Me llamó la atención que en estos días varias personas me preguntasen que si conocía quién escribía esta sección y me dijeran también que les gustaría conocerla personalmente; les agradezco el interés, pero honestamente no escribo para que me quieran conocer ni para ser popular, escribo las cosas que necesitamos mejorar y las comparto con mucho gusto porque se que ustedes harían lo mismo, de hecho, lo hacen a través de todas sus acciones, porque lo que leen en este editorial nace de las personas están en los lugares que visito y frecuento, en la calle y en muchos sitios y que a través de sus acciones ejemplares me enseñan a vivir de manera que pueda ser una mejor persona para conmigo y para con mis semejantes; así que sería muy egoísta de mi parte no compartir con ustedes, mis amigos, toda la riqueza que otros me compartieron y esa es la única razón de estas líneas...

Aprovecho para enviarles un afectuoso saludo y recordarles que la lucha la tenemos todos los días y a toda hora, y que las batallas que ganamos se dan cuando vencemos nuestros malos hábitos y actitudes que no nos llevan a nada bueno y que la victoria nos sabe mejor cuando logramos inculcar mediante nuestro comportamiento a los que nos rodean esa semilla de querer ser mejores que el día anterior...

Un abrazo para todos...

Guillermo Lora Santos.
2003

miércoles, 24 de septiembre de 2008

El ejemplo educa más...



Septiembre, ya están los niños de regreso en clases, muchos mandamos a los hijos a la escuela: “para que sean mejores de lo que somos“, “porque el estudio es lo único que les puedo dejar“, “porque yo no tuve estudios y quiero que ellos lo tengan“, “para que no sean un Don Nadie” y muchas otras más, ¿pero realmente nos importa enviarlos a la escuela?, enviarlos no es comprarles los útiles ni los uniformes, no es levantarlos temprano ni darles para comprar el lunch o prepararles el sandwich o la torta con su respectivo jugo o refresco, no es gritarles para que hagan la tarea o se bañen o se duerman temprano; quizás eso sea una pequeña parte pero lo más importante es el ejemplo que les damos porque cuando ellos observan que desempeñamos las cosas que nos corresponden de la mejor forma posible, que hacemos nuestro máximo esfuerzo y cumplimos con nuestros compromisos además de mantenernos ocupados leyendo y aprendiendo más cosas, que nos levantamos temprano para hacer los deberes y que no ponemos pretextos para realizarlos, entonces sí que estamos educando, porque las cosas que mencioné al principio cualquiera las puede hacer, porque son fáciles porque no implican un esfuerzo adicional. Entonces... yo me sigo haciendo la pregunta: ¿realmente para qué mandamos a los hijos a la escuela?.

Además..., tú que asistes a la escuela y que todavía no tienes hijos, ¿realmente a qué vas a la escuela?

Es curioso, pero el estudio es apenas la mitad del esfuerzo, el trabajo lo complementa porque no recuerdo quién lo mencionó, pero que sabias palabras...”conocimiento que no se aplica es un conocimiento que no sirve”

Me recuerdo otra situación a propósito de la escuela, y es que la educación se da en la casa y la instrucción en la escuela, luego entonces, si nosotros no estamos educados o carecemos de educación, ¿cómo pretendemos dar lo que no tenemos a nuestros hijos?

Leo y re-leo las líneas anteriores y me viene a la memoria una frase común en nuestros días...”está cañón...”

Hasta la próxima...

Guillermo Lora Santos.
(2003)

martes, 9 de septiembre de 2008

Una vez tuve un sueño


Una vez yo tuve un sueño y era tan especial porque era mi sueño, quería ser y hacer muchas cosas, quería ser feliz y ayudar a los demás, soñaba con estar en un peso con el que estuviera feliz, quise estudiar muchas cosas y enseñar a otros los conocimientos adquiridos; soñé con un auto y una hermosa casa con unos hijos ejemplares y hermosos, soñé con ser un ejemplo para los demás, libre de corrupción y maldad; también soñé con un magnífico trabajo que me diera todas las satisfacciones posibles, soñé y soñé con tantas cosas bellas que hacían de esta humanidad una sociedad de respeto hacia sus semejantes...

Soñé dormido y soñé despierto y de tanto soñar se terminó mi tiempo, soñé demasiado que nunca hubo tiempo de actuar ni de trabajar por conseguir esos sueños..., y así soñando se fue mi vida y mi tiempo y no hice nada de tan bonitos sueños...

No dejes que eso te suceda a ti, sueña y trabaja duro por hacer ese sueño realidad, vida sólo tenemos una y no hay una segunda oportunidad...

Guillermo Lora Santos.
2003

jueves, 4 de septiembre de 2008

El cambio está en ti...



Es probable que cuando estés leyendo estos renglones las elecciones ya hayan transcurrido y tengamos nuevos representantes, que quizás traigan nuevas ideas o las mismas ideas de siempre, no lo sabremos hasta que comiencen a trabajar o no lo hagan, en fin, eso no es lo más importante, porque lo que verdaderamente importa es lo que cada uno de nosotros hagamos independientemente del candidato o partido político, no cifremos nuestras esperanzas en los demás, hagámoslo en nosotros que somos los que hacemos el día con día, con nuestro trabajo y nuestras actitudes, porque nosotros somos el cambio.

Un candidato o un partido político no hacen el cambio, ni lo detienen, somos nostros, todos y cada uno, sin excepción, porque todos somos importantes independientemente de la labor que desarrollemos, por eso, no te detengas a ver el tiempo transcurrir y esperar para saber lo que te depara, mejor aprovecha el tiempo y trabaja, para que hagas con el tiempo lo que tu desees, ¡tú eres el motor que impulsa tu casa, tu comunidad, tu colonia, tu ciudad, tu país y este mundo maravilloso que nos da la oportunidad de ser protagonistas, no te pares, al contarrio, dale más duro!. Un abrazo.


Guillermo Lora Santos.
2003