El día de hoy me levanté temprano, me bañé y ayudé a tender la cama y a otras labores, pude tomar mi desayuno tranquilo, salí de casa y llegué a tiempo a mi trabajo, realicé todo lo que tenía pendiente y evité molestarme con mi jefe o mis compañeros, traté de ponerme en su lugar para comprenderlos. Llegué a casa y a pesar de los inconvenientes del trayecto de regreso, mostré mi mejor sonrisa y ánimo para saludar a mi familia y platicar un rato con ellos; merendé, leí un rato y ví un poco la televisión, después me fui a descansar a mi habitación; antes de conciliar el sueño le di gracias a Dios por todas las bendiciones de que nos colma y le pedí fervientemente que todos los seres humanos tuvieran días como el mío, porque de esa manera, se vive mejor, en armonía y lo que es todavía mejor, cumplo con mi misión de dejar este mundo mejor de cómo lo encontré y eso amigos, eso hace que la vida valga la pena.
Guillermo Lora Santos.
Guillermo Lora Santos.
2003
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