martes, 24 de noviembre de 2020

Y te veo. (relato erótico)

 Y te veo, sentada, completamente desnuda, con tus lentes blancos solamente cubriendo tus ojos, que te ayudan a revisar tu teléfono, mientras tanto yo te veo y admiro tus curvas, tus muslos y tu seno izquierdo que me guiña y me invita a verlo, a morderlo mientras tu ombligo me dice que necesita una yema de mis dedos dentro, tu cabello desparpajado es el adorno que falta a tan bella vista que tengo frente a mí. Con la mano con que tecleas tu celular cubres tu pezón que tímidamente deja asomar un poco de su color mientras abres tus labios para decirme ¿cómo estás corazón? - y te levantas para dejar tus otros ojos y tu aparato de comunicación mientras de perfil admiro la longitud de tus piernas morenas, largas y torneadas que me vuelven loco. Y entonces caminas hacia el fondo de la habitación y aparece una perfecta línea recta que separa cada una de tus redondas nalgas que me encanta acariciar cuando estamos abrazados de pie cruzando miradas e intercambiando besos tan apasionados que roban los suspiros de ambos tras llevar a cabo tan sublime acción de comunicación sin palabras..., y te quedas ahí, suspendida por un momento más para yo poder admirar tu espalda y desear aferrarme de tus caderas para penetrarte por detrás y sentir el golpeteo de tus nalgas sobre mis muslos y escuchando decirte que no pare, que siga entrando y saliendo con mi verga de tu vagina..., y de súbito te volteas y te diriges nuevamente hacia la cama, mostrándome de una sola vista tus senos, tu ombligo y tu sexo rasurado exprofeso para la ocasión, que no está tan ralo y deja un tanto de vello púbico que me excita mucho al acariciar con mi lengua tus labios, menores y mayores, el prepucio de tu clítoris, el clítoris mismo, tu vagina y todo lo que hallo con mis dedos y lengua dentro de tu cuerpo cavernoso y en algún momento introducir uno de mis largos dedos en tu cavidad anal para extraer un suspiro profundo y apagado que exhalas al mismo tiempo que te siento vibrar y gemir de placer..., y llegas al pie de la cama, me ves recostado y tomas mi falo y lo comienzas a besar y lo lames con tu lengua, todo, hasta mis testículos y los tomas con tu mano suavemente e introduces mi pene en tu boca y me amas oralmente hasta que estoy a punto de venirme y me besas viéndome a los ojos pidiéndome que te penetre y recibas todo mi fuído seminal dentro de ti después de bailar al mismo compás estando dentro de ti, y besándote mientras cierras los ojos y te hago sentir plena en mis brazos encima de ti descargando mi virilidad y manteniendo mi hombría dentro hasta que la sangre deja de correr por mi miembro y se sale de ese lugar tan palcentero que tienes entre tus piernas y que es mío como tuyo es mi trozo de amor...


23/nov/2020
Guillermo Lora Santos
Tipster.

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