Mientras estoy acostumbrándome a tu ausencia, aparecen en mi cabeza diferentes manifestaciones que emulan tu presencia y vislumbran tu inasistencia corporal que hace que mi mente viaje por diferentes paraísos que me perturban menos que tu nula estancia..., y así, consumido por mi adicción sigo introduciendo a mi organismo esa sustancia que me permite entrar en abstracción y que me lleva al éxtasis y a sentir más con todos mis sentidos, no sólo con los cinco que Aristóteles describió...
Y así consumiendo a solas y a veces acompañado, llego a la cima de la montaña más alta y a la sima de la más grande caverna, voy de aquí para allá, visitando muchos lugares, algunos reales y otros ficticios..., platico con mucha gente, vivos y muertos, contemporáneos y antepasados...
Por eso la adicción se convirtió en una enfermedad, porque es más fuerte que tú, que yo y que todos, porque nos produce un placer inagotable...
Cuando estoy en este estado puedo alcanzar el nirvana o la euforia más procaz, y me vuelvo otro, héroe o villano, o ambos al unísono, soy otro..., y no porque no quiera ser quién soy, sino porque puedo experimentar y además, lo más atractivo es que sin ser o estar, siento igual...
Es por eso que no entiendo cuando usas esas sustancias externas que consumes y que tanto te dañan teniendo a la mejor droga de todas... tu imaginación.
Guillermo Lora Santos. - Tipster
mayo-2011.