jueves, 13 de noviembre de 2008

Al comenzar el día

Y como dice la oración - Al comenzar el día...: “Y da vuelta otra hoja del libro de mi vida…”, ¿te has puesto a pensar qué pasaría si no existieras…?, ¿realmente eres importante?, ¿o tan sólo eres el que lleva dinero a casa? ¿o quizás la que hace el quehacer y lleva a los hijos a la escuela?; ¿qué has hecho con tu vida?

Si Dios te preguntara un motivo por el cual dejarte vivir, ¿qué le responderías? Probablemente le dirías que te dejara vivir por tus hijos, por tu familia, por tu mamá, por tu trabajo, por tu escuela, por tu pareja y no sé cuántas justificaciones más, quizás hasta le dirías que por ti mismo, pero tu y yo sabemos la verdad, que no lo estamos haciendo bien, que no nos preocupan los demás sino yo y nada más que yo, porque mientras yo esté cómodo, lo demás me importa un cuerno, ¿qué no?

Piensa que quizás para muchos no eres importante y lo mismo da que estés o que no existas y ¿sabes por qué?

Porque eres egoísta y porque estamos mejor sin ti que contigo.

Todos los días y a todo momento se te presentan oportunidades de decirle al mundo que vale la pena que sigas aquí entre nosotros, cuando ayudas a alguien desinteresadamente, cuando sacrificas tu propia comodidad por la de los demás y cuando te preocupan los otros antes que tú.

Que triste es cuando nos damos cuenta que los demás nos tienen miedo, que no les simpatizamos por pedantes, que la gente nos rehuye, no nos hace caso o que dicen en tono de molestia: “¿va a venir fulanito?”, ¿por qué será?, ¿estarán mal todos los demás? Habría que reflexionar y hacer algo al respecto.

Desearía que la próxima vez que te vea en la calle pueda decir “ojalá que esa persona dure muchos años entre nosotros porque vamos a perder mucho el día que se tenga que marchar”

Hasta siempre compañeros...

Guillermo Lora Santos

2004.

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