Hablando de la educación, hablando de nuestra mediocre educación, de profesores “barco“ para no tener problemas ni con los alumnos ni con las instituciones que les pagan y así poder conservar su chamba, de maestros a todos niveles que no se preparan, que ya dominan la materia o materias que imparten y que les dan a sus alumnos lo mismo desde hace ya muchos años, información sin renovación, llena de “polvo y paja“; también de alumnos “oyentes“ como decía un artículo que leía recientemente, a los que les gusta aprobar sin el menor esfuerzo, así, fácil, pensando que sólo con asistir y calentar la banca es más que suficiente, de acumular puntos por la sola asistencia, de evitar la investigación a toda costa, de ponerse todo el grupo de acuerdo para quitar a un profesor exigente porque es un “malvado“ y no sabe enseñar.
Y los padres de estos alumnos...
...bien gracias, sin involucrarse porque es más cómodo, al fin y al cabo la educación de sus hijos es 100% responsabilidad de la escuela...
El consuelo es que aún no están extintos: profesores y alumnos comprometidos con la buena educación, con la investigación y por ende, con el desarrollo propio y de su país.
Quizás suene utópico, pero ojalá que esa minoría le inyecte a la contraparte la actitud y ganas por aprender y enseñar aprendiendo...
Guillermo Lora Santos.
2003.